Fruncí el
ceño y continué caminando, hasta que encontré un café; ahora, cualquier persona
normal entraría y pediría un teléfono, pero yo estaba lejos de ser normal.
Caminé 10 veces alrededor del negocio hasta que encontré mi confianza y sabía
exactamente lo que diría.
-H-hola.-
dije nerviosa a lo que parecía ser el dueño-¿Tiene un teléfono que pueda usar?
Me miró de arriba abajo e hizo una
mueca de disgusto.
-Eres de
esas, ¿no? ¡Helen querida! Atiende a la chica.
“Eres de esas”. ¿De que hablaba?
-¿Sí amor?-
Helen parecía ser la esposa del dueño, casi una anciana, usando un vestido
largo con su cabello recogido, tenía una
mirada muy severa.
Al verme parpadeó varias veces.
-Estas lejos
de Dingle, ¿no?- su nariz se arrugó como si hubiera olido algo desagradable.
-No soy de
Dingle, no sé qué es eso, solo necesito un teléfono. Estoy perdida.
Limpié lágrimas de mis ojos, me
sentía muy tonta sin mencionar incomoda y solo quería irme a casa.
Al verme llorar su expresión cambió.
-No puede
ser tan malo, calma niña; tengo un teléfono en el piso de arriba y puedes
usarlo.
-No tengo
dinero- murmuré.
-No importa-
dijo guiándome hacia el piso de arriba.-Es solo una llamada.
Miré el teléfono que me señalaba;
era como el de mi abuela, un teléfono de disco.
-Me gusta su
teléfono- le dije.-Mi abuela aún tiene el suyo, de cuando era niña.
Asintió amablemente, pero me miró
desconcertada; marqué el número de mi casa pero no sonaba, ni siquiera entraba
la llamada.
-¿Necesitas
ayuda?- me preguntó al ver mi dificultad.
-Por favor.
-Dime el
número.
-208 654
7892.
Sin marcar
levantó la vista hacia mi.-Corazón, ¿a dónde quieres marcar?
-A casa.
-¿Dónde es
eso?
-Aquí.
Ladeó la
cabeza.-Tú no eres de aquí, juzgando por tu manera de hablar.
-¿Yo? Usted
suena irlandesa.
-Todos
hablamos así, es lo que nos hace del norte.
-¿Norte de
dónde?
-De
Inglaterra.
-Oh, ¿usted
es de Inglaterra? Siempre he querido ir.
La señora Helen suspiró exasperada;
dio un paso hacia la ventana y abrió las cortinas para mostrarme afuera.
-Estás en
Inglaterra.
Estaba oscureciendo afuera pero
podía ver las pequeñas casas tan diferentes a Idaho, el humo saliendo de las
chimeneas y muy a lo lejos los buques en el rio que reconocía de alguna parte.
Definitivamente no estaba en Idaho.
-Estoy en
Idaho- le dije lentamente, como hablando con una niña.
-No,
Inglaterra, Merseyside, ¿Cómo llegaste aquí?
-Yo… no lo
sé. ¿Está bromeando? No recuerdo haber llegado aquí.
-¿Necesitas
un doctor?
-No lo sé;
yo solo desperté aquí.
-Llamaré al
doctor.
-No, solo
necesito… ¿puedo usar su computadora?
-¿La qué? ¿Dónde
crees que estás? ¿Rusia? Estás en Liverpool. Tomas o dejas el teléfono.
La observé por un minuto para
después salir corriendo; corrí hasta que mis piernas se cansaron y me tuve que
detener a tomar aire.
-Tranquila,
no veo el incendio- dijo un chico que pasaba a mi lado; lo ignoré por completo
y miré a mí alrededor.
-Estás en
Liverpool- me dije a mi misma.- Es el día de Navidad, es imposible que llegaras
el mismo día… eres tan estúpida, ¿Cómo hiciste esto?
Pasé una mano por mi hombro, ya
sentía la tensión comenzando a cargarse ahí.
El sonido de una bocina de un
automóvil me hizo saltar, era muy bonito, parecido a los autos clásicos que
coleccionaba mi tío Angus… fue cuando caí en la cuenta: los autos, la
vestimenta, los lugares, los aparatos electrónicos (más bien la falta de
ellos)…
-D-disculpe
señor, ¿puede decirme la fecha?- le pregunté a un señor que pasaba.
-25 de
diciembre.-contestó cortante.
-¿Qué año?
-¿Qué año? 1958.
-Oh vamos,
muy gracioso.
-¿Le parece
que estoy bromeando? Oh, pero es americana, eso explica todo, malditos yankees.
Se fue mascullando cosas
desagradables y permanecí en el mismo lugar, con que 1958…
1 MES
DESPUÉS.
No sentía la necesidad de pararme de
donde estaba. El sol comenzaba a salir un poco más pero aun así me estaba
muriendo de frío.
Tomé la chaqueta y me envolví en
ella, temblando de pies a cabeza.
Quizás se preguntaran lo que pasó
después de aquel día; después de convencerme de que no estaba en un capítulo de
“Mad Men” me había topado con un bosque, el cual no era muy grande pero yo me
había adentrado y llevaba un mes viviendo ahí, “tomando prestadas” cosas de
aquí y allá, era más fácil robar porque no habían cámaras de seguridad.
Me había hecho una carpa improvisada
porque llovía muy seguido y tenía pocas cosas de higiene personal.
Estaba emocionada por estar ahí pero
al mismo tiempo anhelaba estar en casa; en la secundaria soñaba con cosas así,
cuando aún me gustaban los Beatles, pero ahora… No me malinterpreten, me
gustaban pero ya no era una loca obsesionada, esos días habían pasado, habían
sido días más felices.
Rodé para ver el cielo, había una
especie de círculo alrededor del sol, mi abuela me había enseñado que eso
significaba que una tormenta estaba cerca.
-Estupendo,
justo lo que necesitaba, una maldita estúpida tormenta- murmuré.
Aún no había descartado la
posibilidad de que estuviera soñando o que aquel señor en la calle me había
mentido, era un poco escéptica respecto a esas cosas, llevaba años leyendo
sobre cosas de este tipo y yo sabía que era imposible.
Era mejor que me parara y fuera a
“comprar” más ropa, si una tormenta realmente estaba cerca iba a morir solo con
lo que tenía.
Busqué en mi bolsa de plástico donde
guardaba “mis cosas” e hice lo mejor posible por verme un poco presentable, tan
siquiera encajar más.
Llevaba una falda negra que llegaba
a mis rodillas, unos zapatos rojos de piso, mi playera de los Smiths (solo
tenía otra que aún no había lavado) y una chaqueta, para disimular mi playera
poco formal.
Tenía un poco de hambre, así que
pasé por la frutería y cuando el señor se distraía, yo metía fruta en mi
abrigo; esto era ya casi una rutina, llevaba todo el mes haciéndolo y debía
seguir haciéndolo si quería comer algo.
-Esto no te
lo enseñan en escuela de leyes- me dije a mi misma mientras entré a la tienda
de ropa para intentar tomar algunas cosas.
Logré tomar algunas blusas con manga
larga y otro abrigo, utilizaba una bolsa con logo de otra tienda y como no
había ningún tipo de seguridad, todo era miel sobre hojuelas.
Me senté frente a un edificio
mientras me comía mis manzanas y veía la ropa que había conseguido.
Recordé a mi amiga, Sheila, ella me
hubiera ayudado a elegir la ropa correcta, yo era un desastre para ropa pero
tenía el deseo de aprender.
Miré a mí alrededor y vi a muchos
jóvenes, como de mi edad, fumando y platicando entre ellos. Era difícil
escuchar de qué hablaban por su pesado acento, me limité a mirar el suelo cada
vez que pasaban. Era algo penosa y no estaba a punto de establecer contacto
visual con completos extraños.
Estaba comenzando a pensar que si
quería conocer a un futuro Beatle tendría que ir directamente hacia su casa, o
su escuela o algo por el estilo. Pero no estaba segura de querer hacerlo,
siempre bromeaba sobre lo que les haría si los conociera, pero ahora que quizás
tenía la oportunidad, no quería hacerlo por pena. ¿Qué iba a pasar si no les
caía bien? ¿Pensarían que los estoy acosando? No podía seguirlos por todo
Liverpool.
Si esto fuera fanfiction, ya te
habrías topado a uno, le hubieras gustado inmediatamente, te invitaría a comer
algo y estarías viviendo en su casa o una tontería así. Era lo que me
seguía repitiendo, esperando a que pasara, pero, era la vida real y yo llevaba
días viviendo en un bosque, robando cosas y sin conocer realmente a nadie, y
eso de gustarle a alguien parecía poco probable... aunque una vez, en una
revista de ciencia había leído que la generación a la que yo pertenecía era una
de las más atractivas, y tenían razón, pero yo no era vanidosa aunque tenía mis
momentos.
El sol duró muy poco y de nuevo el
aire comenzó, y esta vez no era tu típica brisa agradable, sino aire frio y
fuerte.
Todos los jóvenes entraron a un
edificio, que supuse era su escuela. Me paré frente a ella y la examiné,
pensando que no estaría mal inscribirme a una escuela para encajar un poco más
pero no tenía papeles y seguramente me los pedirían.
Algo de esa escuela era familiar,
pero quizás solo era el hecho de que me gustaban los edificios victorianos. Me
paré al otro extremo de la calle para poder observarla mejor.
Liverpool
College of Art leía la inscripción en lo alto, mi corazón comenzó a latir rápidamente,
al pensar que quizás John Lennon o Stuart Sutcliffe podían estar cerca. Me
ponía nerviosa el pensar que ese era el suelo que pisaban diario, yo había
pasado mi época donde idolatraba a Sutcliffe en exceso y obsesivamente, quizás
un poco exageradamente también. Pero eso había sido cuando yo quería dedicarme
al arte, y me había convertido en una mezcla de Sutcliffe y Warhol en cuanto a
personalidad, eso también me había jodido bastante, es difícil intentar ser
otras personas que jamás conociste.
Me senté de nuevo y estiré mis
piernas, después recordé que usaba una falda y adopté una pose un poco más “de
señorita”. Pasaron las horas hasta que terminé mi fruta y considerando que
estaba a punto de llover regrese a mi “hogar”, mañana sería un nuevo día, y
podía regresar de nuevo, y quien sabe, hasta quizás me animaría a hablarle a
alguien.
Segundo capítulo, espero y les agrade.
PERO DE QUÉ PLANETA VIENES QUERIDA, DE ASGARD?? Solo esa explicación es viable para que escribas tan condenadamente bien!!!
ReplyDeleteME ENCANTAAAA!! Esa chica es muy de mi estilo, se parece bastante a mí en ciertas cosas y el hecho de identificarme con ella me atrapa aún más.
Jamás imaginé cómo sería la vida de un indigente en esa época, pero puestos así, la verdad es que era bastante fácil. Hablando relativamente, sin tanta seguridad las cosas iban muuuucho mejor.
MUERO POR VER CUANDO CONOZCA A UNO DE LOS CHICOS!!! John de preferencia, quiero que le flirtee descaradamente :3
ESPERO EL SIGUIENTE!!
DEBBIE, ERES UNA DIOSAAAAA!!
¡WOW! Este nuevo proyecto es muy emocionante y fuera de lo normal. Me encanta como escribes, y me alegra que tengas algo en mente así. ¡No puedo creer!
ReplyDeleteOtro viaje en el tiempo, cierto, si fuera una fanfiction ya hasta estuviera repasando la cama con un Beatle... Irónico porque lo es, pero más cool ~
¡Sube pronto!
Bonita noche, Debbie <3
Con un carajo, Debbie. CON UN PUTO CARAJO!, con razón no me querías decir! ¡MAGISTRAL! ¡SUBLIME! me recuerda mucho a la historia de Victoria, Don't Let Me Down! en verdad, es algo similar pero no igual, me encanta esta chica y ya me está encantando como va esto, y me fascino XD la parte de "si esto fuera un fanfic..." resumiste la típica trama de un fanfic en menos de 3 líneas. Magistral, carajo, magistral. :D y ya sabes que yo soy como una estrella fugaz comentando XD pero prometo estar al corriente con este :D
ReplyDelete