El frasco de pastillas escapaba
de mis manos, de nuevo; volví a levantarlo del suelo pero fui incapaz de
sostenerme y terminé en el suelo.
-No seas
estúpida, eres una cobarde, sólo hazlo- me dije a mi misma en voz alta,
vertiendo las pastillas en mi mano.
Mi nombre es Annabel Martin, de 17
años, vivo en Oakley, Idaho y no hay absolutamente nada fuera de lo común en mí,
excepto que estaba a punto de tomarme un frasco de pastillas. Las había hurtado
de la casa de mi abuela, dónde mi familia estaba reunida, celebrando la Navidad
y seguramente esperándome. Me hizo llorar un poco más el hecho de que yo nunca
llegaría.
El disco “Louder Than Bombs” de The
Smiths tocaba y resonaba por la habitación, cerré los ojos, dejando que la
música creara un ambiente pacífico pero a la vez melancólico. Cuando abrí los
ojos supe que era el momento ideal, no había vuelta atrás, esto se terminaba
ahora mismo.
Cuando me pasé las pastillas una
sensación de ardor comenzó en mi estómago y subió a mi esófago, quería vomitar,
era tan horrible, ya no quería hacerlo, quería llamara mi madre y pedir
que fuera por mí.
Tomé mi celular, quizás no era
demasiado tarde, pero todo pasaba muy rápido; mi alfombra se llenó de vómito
que después se convirtió en sangre y me recosté, me sentía con sueño, y mi
vista estaba nublada.
-Quizás solo
debo dormir un rato- murmuré.
Sólo cuando abrí los ojos sentí el
dolor en mi mandíbula, la estaba apretando demasiado y la moví varias veces
mientras veía en dónde estaba. Me rodeaba maleza, muchos árboles y pasto,
también había neblina, y como ésta tapaba el sol, no podía ver si se estaba
poniendo o saliendo.
Esto no estaba bien, ¿que no debía
estar en el infierno?
-Disculpe,
no puede dormir aquí, estamos cerrados el día de hoy-
Me paré, un señor uniformado venía
hacia mí, oficial seguramente, su uniforme era azul con botones dorados y un
casco anticuado, y botas negras.
-Oh- dije estúpidamente,
tartamudeando un poco, no me era fácil hablar con la gente extraña.
-Además, es
Navidad, debería estar celebrando con su familia. ¿Dónde
vive?-
-North Blaine Avenue-
Miró pensativamente al vacío.-He
vivido aquí toda mi vida y jamás había escuchado de ese lugar, pero puedo
detenerle un taxi si quiere-
-Taxi...-
murmuré, buscando en mis bolsillos por dinero, el cual no había.-Creo que puedo
caminar, ¿puede ubicarme?-
-Está en
Devonfield Gardens, si sale de aquí y va hacia la izquierda puede tomar un
autobús-
Ladeé la cabeza, Oakley era un lugar
pequeño, y yo había nacido ahí, pero jamás había oído de tal lugar, pero para
no parecer estúpida fingí que estaba familiarizada.
-Gracias por
su ayuda- murmuré.
-No hay de
que-
-Me gusta su
casco- agregué.-Me gustan las cosas anticuadas-
-¿Anticuado?
Recién nos llegaron a la estación, nos han dicho que son muy modernos-
Sonreí, y lo dejé viendo su
uniforme.
Seguí caminando hasta que dejé de
ver árboles y llegué a la reja, donde en efecto, decía “Devonfield Gardens”.
Sólo una teoría daba vueltas en mi mente: demasiado drogada por las pastillas,
había salido y caminado o algo y había terminado en un rincón oculto de Oakley,
ahí debí desmayarme. Debía ser eso.
Suspiré de alivio, no estaba ni el
infierno, o muerta, y podía volver a casa; y hablando de casa, quería llegar
pronto, porque parecía que llovería pronto, no tenía mi celular, pero si iba a
una biblioteca le mandaría un mensaje a mi hermana por Facebook, pero era
Navidad, y no era probable que hubiera una abierta; tenía que haber alguien con
algo para comunicarme, era el 2013, todos tenían un aparato electrónico.
Caminé sin detenerme a pedir
direcciones, no quería parecer tonta ante la gente y exponerme a que alguien me
juzgara, era mi mayor temor, y por eso estaba entrando en pánico al ver 2
señoras mayores señalando en mi dirección, usaban faldas muy largas e hice un
esfuerzo por escuchar lo que decían.
-Parece que
salió de Dingle-
-Es una
pena, una verdadera lástima que no sé tenga vergüenza por la apariencia, si yo
fuera su madre...-
Mi vestimenta era normal, pantalón de mezclilla, tenis cómodos y mi
blusa de mi banda favorita: The Smiths, como dije antes, no había nada fuera de
lo común en mí.
Ok, antes que nada quiero comentarles lo increíblemente emocionada que estoy por este nuevo proyecto que igual y sé que pocas lo leerán, pero son las que valen la pena, gracias por las que me han estado apoyando con esto y leyéndolo; sé que le falta trabajo pero soy demasiado floja para editar mis propias cosas. Disfruten y comenten, cualquier crítica será aceptada.
Volviendo a leer esto casi 4 años después
ReplyDeleteDebbie, dónde estás ;_;